Nuestro asesoramiento lo hacemos mediante un equipo multidisciplinar en el que se encuentran especialistas en derecho penal y derecho mercantil, distinguiendo en el mismo tres fases:

Fase de Diagnóstico: analizamos toda la actividad de la Empresa distinguiendo el sector de especial dedicación, así como su actuación en el tráfico mercantil y sus mecanismos de prevención. Ello nos permite extraer nuestras primeras conclusiones para realizar un diagnóstico que nos ayude a determinar un Mapa de Riesgos real sobre el que actuar.

Fase de Implementación: consiste en la efectiva implantación del modelo de prevención de delitos más adecuado para la Empresa, de forma que sirva a sus necesidades y se adapte a su actividad real. Dentro del modelo se prepara el correspondiente Código Ético y un Plan de Prevención de Delitos, en el que también dedicaremos una especial atención al Canal de Denuncias y al modelo de gestión de las mismas, como parte de todo el proceso reactivo que la Empresa debe tener ante eventuales actuaciones delictivas cometidas en su seno.

Esta fase finalizará mediante la correspondiente formación a todos los agentes de la Empresa que, directa o indirectamente, deban tener algún cometido en el modelo de prevención.

Fase de Seguimiento: una vez implantado el modelo de prevención de delitos también ofrecemos nuestros servicios para realizar un seguimiento del correcto funcionamiento del mismo, lo que hacemos de una forma personalizada, y a la vista del cual procedemos, en su caso, a su revisión o actualización para que dar una mejor respuesta a las necesidades observadas. Como reiteradamente han venido diciendo los Tribunales, para acreditar un verdadero compromiso de la Empresa con esa ética de los negocios, será necesario que el modelo de prevención de delitos esté vivo y en permanente supervisión y actualización.